martes, 8 de mayo de 2018

120 de Santa Rita, Carmenere 2016


El suave tránsito de este caldo parte desde el sonido de su servicio en la copa, hasta el momento posterior a haberlo tragado. Deja sensaciones sobrias, nobles entre los golpes de otros sabores, aquilatando la fuerza de la longaniza de los garbanzos, o tamizando el paladar de una sensación de entereza que sosiega el espíritu. 
Para los más intensos fumadores de pipa, sus notas de tabaco y guinda recuerdan experiencias de antaño, de tarros añosos, espirituosos, profundos,  que albergaron yerbas de experimentados filibusteros. O a mi padrastro, sin ir más lejos.

Hablamos  de un vino simple, sin pretensiones, con una breve reseña que alude a los 120 patriotas que lucharon en el sitio de Rancagua, pero nada de su sabor, y que debería ostentar mayor precio, y más detalle en sus ámbitos de acción, pues a tan bajo precio $2.090, esta bebida debe sembrar el camino a la educación palatal de nuestra gente que nada sabe de vino, y que poco puede invertir en un gusto de esta laya.

Pero no solo tabaco y guinda, algo de cuero también nos recuerda esos navíos antiguos, junto con un placer posterior suave, atento, lejano a otros vinos del cuádruple de precio y que acuchillan en algún momento el esófago.

No se equivoque, por un precio absurdo tome un gran vino, y déjese de buscar la mejor relación precio calidad. Acá la tarea está hecha.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

120 3 medallas Cabernet Sauvognon 2018 187,5 CC.  Al primer golpe entre pera y bigote, el producto no destiñe, entra fácil, sin embar...